Por: Paola Catalina Morales y Paula Andrea Tavera // Periodismo Digital
Los procesos de reconciliación, reintegración y comercio local confluyen en variadas iniciativas que le apuestan a la construcción de paz. Un buen ejemplo son estos tres emprendimientos establecidos por firmantes de la paz: El Tercer Acuerdo, Tejidos Chakana y La Trocha. Conozca estas iniciativas a través del trabajo de sus protagonistas.
El Tercer Acuerdo
Cuando en 2017 llegaron al municipio de Planadas (Tolima), Daviel Oyola y otros excombatientes personal de reincorporación se fijaron en el gran potencial que tenía el café de la región. Entre investigaciones y eventos, corría la voz de que una finca del corregimiento de Gaitania había ganado el concurso Taza de Excelencia. Para este año, el que una vez fuera uno de los territorios más afectados por el conflicto armado colombiano ahora funcionaba, como respuesta a la firma del Acuerdo de Paz del 2016, sin las condiciones de guerra que antes existían.
A partir de allí, caficultores de la región, personal de reincorporación e indígenas Nasa reunidos en la Mesa Técnica Cafetera, en Gaitania, optaron por participar del proyecto de producción y comercialización del café. Decidieron que sería interesante empezar a construir paz y reconciliación a través de este producto. Para Daviel es relevante visibilizar, a través de su marca, la historia de violencia que se ha vivido en el Tolima durante décadas y posicionar al café del sur de este departamento como un producto constructor de paz desde las regiones.
“(...) Estamos visibilizando que lo que ayer fue zona de conflicto hoy es zona de paz. Más allá de la marca, quisiéramos dar a conocer que hay unos excombatientes, que hay unos indígenas, que hay unos campesinos que están trabajando hombro a hombro por la posibilidad de paz y por intentar que un café de muy alta calidad llegue a las mesas de todos los colombianos y, por qué no, de los extranjeros”, dice Daviel.
Tejidos Chakana
Con estos emprendimientos, el comercio local se presenta nuevamente como una alternativa para hacerles frente a los retos que ha dejado la pandemia. En esta ocasión, Mateo Perea, quien desde hace 12 años ha trabajado con tejidos, colores y texturas, vio la necesidad de expandir los horizontes de un proyecto personal que ya venía en marcha: “Fue cuando yo contacté a la Asociación Nuevo Agrupamiento, que es la que reúne a los excombatientes que están viviendo aquí en Bogotá, muchos de ellos porque llegaron de las ETCRs a buscar oportunidades y otros porque eran excombatientes presos que nunca tuvieron ETCR. Entonces se quedaron como volando”, explica.
A través de una convocatoria realizada por Mateo y Manuela Marín, se escogió a cuatro personas para integrar inicialmente el proyecto. Hoy, el emprendimiento está conformado por 7 personas: “Una señora y un señor que estuvieron presos y por lo tanto ninguno fue vinculado a ninguna ETCR; una joven de 35 años; otras dos que al final de su paso por la guerrilla estaban en el Catatumbo, es decir del ETCR de Caño Indio, y otras dos personas de las cuales una es desplazada”, dice Mateo.
Tejidos Chakana maneja dos técnicas: el telar egipcio y el cristal miyuki. El primero es un telar con el que se fabrican correas, cinturones y straps o correas para guitarras y cámaras. Con el miyuki se fabrican brazaletes, pulseras y aretes. Ante la saturación del mercado en accesorios, su propuesta de valor es, por un lado, la creación de algo más colorido y diferente, y, por el otro, que las manos que lo elaboran y que una vez estuvieron al servicio de la guerra hoy están dispuestas a construir mundos diferentes.
Cuando a Mateo se le escucha hablar de paz, la concibe en un sentido amplio. Entiende que implica un profundo respeto por la vida en todas sus formas. De allí que las correas para guitarras están acabadas con cuero sintético: “Una de nuestras apuestas es que, al ser productos de paz, no pueden estar elaborados con la piel de otro ser vivo. Entonces, queremos hacer de ellos también productos veganos”, indica.
Mateo sueña con ver crecer su emprendimiento hasta que se convierta en una escuela de artes y oficios populares para todo tipo de personas, que, a veces, con lo único que pueden trabajar son las manos. A corto plazo quiere incluir a comunidades adicionales a los excombatientes, en la medida en que es una iniciativa de reconciliación: “Hoy Chakana sigue siendo un puente. Es un proyecto productivo que conecta diferentes sobrevivientes de la guerra en Colombia: desmovilizados, víctimas, firmantes de la paz y sus familias…”, se lee en una imagen de su cuenta de Instagram.
La Trocha
Tejer puentes de paz es el punto de partida para el emprendimiento de cerveza La Trocha. En principio contaron con el apoyo de la Universidad Nacional, mediante un curso de extracción de aceites. De tal manera, los procesos realizados con la Universidad entre profesores y estudiantes condujo a la idea del proyecto y dio origen a lo que ellos consideran el pilar del emprendimiento: “el Acuerdo de Paz no es una cuestión única de los excombatientes sino de todos como comunidad, desde la unión”.
Doris Suaréz, fundadora de cerveza La Trocha, es excombatiente de las FARC. Tras un proceso de reincorporación y cooperación con otros colegas, ella enfatiza en la importancia del apoyo entre negocios del mismo gremio, con el fin de afrontar este tiempo de pandemia. Por eso, han sido pioneros en la creación de alianzas con mercados campesinos y emprendimientos pequeños que le apuestan a la paz, que, a su vez, han participado en los conocidos Mercados de Paz que La Trocha ha organizado en el último año en su casa sede en Chapinero.
Asimismo, han visto el emprendimiento como una puerta abierta para el empleo de otros excombatientes y personas que se suman a la construcción de paz. Su misión consiste en hacer acciones concretas a mediano y largo plazo para caminar de la mano con los acuerdos y la pasión que han creado para la comercialización de la cerveza en todas las ciudades del país.
Todo el equipo está comprometido con llevar a sus clientes un mensaje de verdad en cada espacio que se brinda para el tejido social del país, y también desde la venta de su producto como esencia de reincorporación y reparación. Doris extiende a todos la invitación a continuar con la reconstrucción de la columna vertebral del Acuerdo: el reconocimiento del campo y de aquellos bienes que la tierra otorga como pilar de la vida y el futuro.
Todos los productos de El Tercer Acuerdo, Tejidos Chakana y La Trocha se pueden adquirir mediante pedido a través de redes sociales. También puede acudir a distintas ferias presenciales de emprendimientos que le apuestan a la paz, organizadas por ellos y con el apoyo de algunos medios de comunicación.
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