Su nombre es Gladys Gonzales. Nació en 1949, año en que el país vivía en guerra y olía a sangre todos los días. En el 52 cuando tenía 4 años, recuerda cómo fue desplazada y forzada a salir de su casa situada en Icononzo, Tolima. Pese a la situación de desplazamiento para el año para 1985, Gladys y su familia se establecieron en la ciudad de Bogotá. Sin embargo, las intenciones de tener un lugar para cultivar y descansar hicieron que ella y su esposo comprarán un pequeño lote, pero nuevamente las circunstancias de guerra obligaron a Gladys a vender su finca en el 2001. Los temores de ser desplazada por la violencia, una vez más, hicieron que ella decidiera empezar una nueva vida lejos de tanta intensidad en el municipio de Soacha, Cundinamarca, donde es la presidenta edil de la comuna 4 (Altos de Cazucá) y líder comunitaria de su barrio, Rincón del Lago.
¿Por qué motivo llegó a Rincón del Lago?
Hace 24 años yo llegué al barrio desplazada, desgraciadamente, he sido desplazada dos veces. Llegué al barrio donde solo había ocho casitas, aproximadamente; era un potrero, estábamos totalmente sin servicios de ninguna clase. Llegué y armé una casita.
¿De qué municipio y por qué motivo a usted la desplazaron?
Yo soy desplazada de Icononzo Tolima. Desde muy niña fui desplazada de la violencia y, de qué manera, fui desplazada. Yo nací en el 49 cuando inició el problema, en el 52 cuando tenía cuatro años, me desplazaron por primera vez y me acuerdo totalmente de todo lo que paso, pero lo intento superar. Después me compré una finca y también fui desplazada, otra vuelta, sufrí lo mismo, me tocó vender la finca por pensar en qué me ocurriría lo mismo o miedo a que me mataran.
Usted se caracteriza por liderar procesos en el barrio, ¿Por qué empezó a trabajar por su comunidad?
Me nació ser líder porque la necesidad me hizo pensar ser una mujer de proyectos, ser una mujer de echar un barrio para delante, de trabajar por la comunidad. Inicié trabajando con los servicios públicos en Rincón del Lago, más que todo le metí la ficha al acueducto, porque el agua nos llegaba solo una hora, a veces cada 8 días, había veces, cada mes, cada tres meses. Entonces nos tocaba ir a San Mateo, a unos lavaderos públicos que nos habían hecho y tocaba desde las dos de la mañana hacer la cola para poder uno lavar la ropita. Eso me hizo empezar a trabajar por servicios de calidad. Iniciamos a trabajar con el acueducto y logramos gracias a Dios, tener el agua las 24 horas, logramos tener todos los servicios públicos gestionándolos y trabajando por ellos.
¿Y qué la motivo hacer una líder? Quiero decir ¿Tenía alguna motivación personal?
En estos sectores de estrato uno, llegan desplazados, llega toda la gente de muy bajos recursos, entonces se multiplicaba la necesidad por cantidad, no teníamos transporte para llegar, todo eso me hizo a mí emprender este camino y salir adelante. Pero la motivación principal era de sacar mi familia adelante, yo llegué con mi esposo y mis dos hijas, esa era mi motivación, de tener un barrio mejor, una mejor calidad de vida para mi familia.
Entonces ¿Cuándo la motivación familiar se convirtió colectiva?
Hay personas que llegan en las mismas condiciones en las que llegué yo, siempre he pensado en trabajar por la gente, trabajar por una comunidad, salir adelante, enseñarles también aquellas personas que únicamente se dedican a vivir en la casa y no hacer nada, decirles: "hombre pellízquese que usted puede ser una persona muy valiosa, usted puede ayudar a proyectos, puede ayudar a traer cosas al sector para mejorar la calidad de vida, la de su familia".
¿Todavía tiene a cargo 8 casitas, como cuando llego?
No, (risas) siendo lideresa de Rincón del lago tengo aproximadamente como 340 viviendas, donde lo mínimo que hay son cinco personas, tres niños y la pareja. En algunas hay ocho hijos, hay nietos y hay una cantidad de personas viviendo en dos camas.
Usted lleva 17 años en la junta de acción comunal ¿Por qué cree que la gente confía en usted?
Me he ganado el respeto con trabajo, con seriedad, me gusta ser una persona seria, no soy grosera, pero digo las cosas de frente y eso me ha caracterizado como una persona del puje, del trabajo. Creo que la gente confía por mi cumplimiento en cualquier proyecto que inicie. Cuando entre a la junta de acción comunal no había nada, no había una iglesia, no había un parque, había una escuelita con dos saloncitos prefabricados y los profesores eran los policías bachilleres ¿Qué responsabilidad puede tener un bachiller con una criatura? Entonces eso me motivó a mí a gestionar una mejor la escuela, una iglesia. Nos donaron más terreno para la escuela, nos donaron como 6 salones prefabricados. Ahora gracias a Dios tenemos una iglesia, gestioné el terreno con toda la comunidad y hay una iglesia católica, el ranchito está en teja, pero ahí se da cada ocho días la misa.
¿Cuál ha sido su mayor satisfacción como líder?
La mayor satisfacción es tener ya un barrio más o menos organizado.
Comunidades parecidas a Rincón del Lago no permiten que sus mujeres sean lideres ¿Cuáles son los retos de ser mujer, y además ser líder?
Se tienen muchos compromisos, tiene uno que responder por un hogar, por unos hijos, responder por unos proyectos, responder por todo lo que uno gestiona en la vida.
Se volvió un referente después que se lanzó a ser edil ¿por qué tomo la decisión?
Usted no se imagina, he sido apática a la política, no me ha gustado la política, pero en todo esto me he dado cuenta de que, si no estamos dentro de la política y estamos dentro de toda esta gente, la verdad es que no conseguimos nada.
¿Por qué partido se lanzó?
Por el partido liberal.
¿y ganó?
Gané, quedé como presidenta de los ediles de la comuna 4, fui la que tuve más votación.
¿Qué la motiva seguir?
Quiero seguir trabajando por el proyecto de la escuela taller porque yo quiero que todos los muchachos que salgan y de pronto no puedan estudiar tengan acceso a un computador y puedan aprender de tecnología. Que las madres cabeza de hogar, aprendan a digitar, son bachilleres, pero no saben nada más si no ser bachilleres, si aprenden una digitación pueden trabajar, hacer un curso virtual, qué sé yo.
¿Y no ha pensado en salir del Rincón de lago e irse a vivir a otro lugar?
Pues la verdad no he pensado en eso, si algún día mi Dios me concede una casita de pronto en Soacha lo pensaría una y dos veces, porque este es mi sector donde yo aprendí a trabajar con mi comunidad, a sacar mis proyectos adelante, a ver la necesidad de otra persona y a compartir lo poco que tengo con las demás personas. Entonces pues no digo que no, algún día, pero si me costaría trabajo, créame que me costaría trabajo, esto ha sido mi vida, esta ha sido mi lucha.