El senador del partido Alianza Verde habló con Directo Bogotá sobre las elecciones y los retos que debe enfrentar la campaña de Fajardo.
Antonio Navarro lleva participando en la política 28 años. // Foto: Evelyn Beltrán.
A sus 69 años, el nariñense Antonio Navarro Wolff cuenta con una trayectoria y formación que han permitido construir al político que es hoy. Fue alcalde de Pasto, gobernador de Nariño e integrante de la guerrilla del M-19. También fue profesor y ayudó a redactar la constitución de 1991. Ahora, en sus últimos meses como senador se encuentra trabajando en la campaña presidencial de Sergio Fajardo, y también planeando las elecciones de la Alcaldía de Bogotá en las que participará el año que viene.
Directo Bogotá (D.B): ¿Qué pasará con Navarro Wolff el 20 de julio?
Antonio Navarro (A.N): Paso a ser desempleado y a ser formalmente precandidato a la alcaldía de Bogotá. Tomé la decisión de hacerlo, por eso no me presenté al Senado. Tendremos año y medio para ver si podemos ganar la elección o no.
D.B: ¿Por qué cree que Sergio Fajardo genera un enamoramiento político como el que menciona el senador electo, Antanas Mockus?
A.N: Es un hombre moderado, serio, consistente y tiene una propuesta. Cuando dicen cuál es el principal problema de la sociedad, nadie lo identifica, pero cuando dicen cuál es la principal solución, sí la identifican. La principal solución es la educación, todos los países que han priorizado la educación, dieron grandes pasos adelante.
Creo que si hay alguien que tiene autoridad para hablar de educación es Sergio, que aplicó su capacidad educativa en la alcaldía de Medellín, en la gobernación de Antioquia y él mismo fue profesor universitario durante muchos años. De manera que su forma de ser no polarizante, su experiencia y su discurso resultan consistentes.
D.B: En sus redes usted publicó una foto con el senador electo Antanas Mockus y con Fajardo diciendo que tambien fue profesor ¿Cómo esa experiencia formó a quien es usted hoy?
A.N: Yo fui profesor seis años en la Universidad del Valle y lo hubiera podido ser más años, pero tomé la decisión en ese momento de volverme miembro del M-19. Me encantó serlo, esa relación de guiar a jóvenes es muy satisfactoria. Yo creo que de alguna manera un alcalde bueno debe ser un profesor, debe guiar a la sociedad, no imponer, y tener en consideración los puntos de vista de la sociedad que gobierna.
D.B: ¿Cómo puede llegar Fajardo a una segunda vuelta con la polarización generada entre Iván Duque y Gustavo Petro?
A.N: Ese es el reto que tenemos, decirle a la gente: “mire, no estamos en una elección a una vuelta, estamos en una elección a dos vueltas y si queremos que las cosas cambien sensatamente, la mejor opción es Fajardo”. Con todo respeto, Iván Duque nos va a devolver al uribismo y al pasado. Gustavo Petro es un cambio incierto. Un cambio razonable es el que representa Sergio Fajardo
¿Cómo convencemos a la gente? No sé, ese es el intento que estamos haciendo y espero que podamos lograrlo.
D.B: Estos días Fajardo estuvo por Nariño y tuvo una buena acogida ¿Cree que en parte se debe a usted?
A.N: Bueno, sí. Pero él tiene una muy buena acogida en los sitios a donde va y sobre todo, con estudiantes porque su propuesta es esencialmente para los jóvenes, pero también es para los papás de los jóvenes, porque lo mejor que puede hacer un papá es educar bien a su hijo para que sea mejor que él, y ese es el sueño de una sociedad. Cuando los hijos son mejores que sus papás la sociedad se desarrolla. Pero evidentemente yo tengo también una buena imagen en la ciudad de Pasto y en el departamento de Nariño.
D.B: En una eventual segunda vuelta, la mayoría ve viable que se enfrenten Petro y Duque ¿Se inclinarían a apoyar la candidatura de Gustavo Petro?
A.N: Yo estoy en primera vuelta con Fajardo y en segunda vuelta, con Fajardo. Porque espero que Fajardo pase a segunda vuelta.
D.B: Cuando se habla de Fajardo o de la ola verde de hace ocho años, se ve una favorabilidad en los jóvenes, pero esos resultados no se trasladaron a las urnas…
A.N: A la gente hay que repetirle hasta el cansancio que esta es una elección a dos vueltas, si no pasamos a segunda vuelta no estamos en la competencia. Podemos tener muy buenas posibilidades en segunda vuelta, entonces hay que decirles: “vote por el voto útil. Fajardo es quien tiene la mejor opción en segunda vuelta”, lo dicen todas las encuestas por todos lados, es el que más puede crecer en segunda vuelta, pero hay que pasar a una segunda vuelta.
D.B: Con el plebiscito ocurrió que el SÍ ganó las encuestas, pero perdió en la votación ¿Usted considera que es viable creer en las encuestas?
A.N: Las encuestas son mediciones de una muestra, yo estudié probabilidad estadística en la Universidad. Una encuesta lo que hace es tomar una muestra de un universo qué, si está bien diseñada, representa al universo, El tema es el diseño de la muestra, que tan bien desarrollado está el diseño de la muestra, y ahí es donde las encuestas fallan. sin embargo, la coincidencia de tantas encuestas, yo creo, que indican más o menos cómo van las cosas.
Las encuestas con todas sus imprecisiones demuestran tendencias, señalan que la segunda opción para la mayoría de la gente de Duque, y la mayoría de la gente de Petro es Fajardo ¿Cómo logramos que esa segunda opción se vuelva primera? Eso es lo que queremos.
D.B: Con respecto a Fajardo, su política de no pertenecer a un polo o a otro genera cierta inseguridad en parte de la población ¿Cómo convencerlos de confiar en él?
A.N: Este país necesita afrontar soluciones en que todos nos juntemos, un presidente resultado de la polarización no es capaz de juntar al otro, no es capaz de atraer a los que están en el otro polo. En cambio, alguien que esté en medio sí es capaz de unirlos. Este país necesita de ese tipo de momentos y el mejor momento reciente en que eso sucedió fue en 1991, cuando en la Asamblea Constituyente nos juntamos todos para hacer la Constitución posible. Repetir momentos de esos es esencial en la historia de nuestra sociedad, y el único que lo puede hacer es Sergio Fajardo.
D.B: Cuando hicieron la constitución, se destacan cosas como la tutela, y ahora Humberto de la Calle dice que Iván Duque con su intención de unificar las cortes puede quitar herramientas como esta…
A.N: Creo que es la peor propuesta de las de Duque, unificar las cortes, es desbaratar la autonomía de la Corte Constitucional frente al Gobierno, amansar a la corte para que no siga haciendo procesos contra sectores de esta sociedad que necesitan ser procesados penalmente, incluyendo procesos contra el mismo expresidente Álvaro Uribe y su familia.
Si hay una razón por la que yo no votaría jamás por él es por esa propuesta de unificación de cortes. Juntar todas las cortes en una sola va terminar en que el gobierno va a controlar las cortes. La separación de poderes no existe entre el gobierno y el congreso, a la mayoría de los congresistas los compran por mermelada, si además de eso, unifican las cortes, eso sí sería Venezuela.
D.B: ¿Fue un error de Fajardo demorarse mucho a la hora de tomarse un café con De la Calle?
A.N: Creo que fue un error de Fajardo no haber aceptado ser parte de una consulta popular el 11 de marzo, esas consultas posicionaron dos candidatos, Duque y Petro, y no hemos podido cambiar esa relación de posicionamiento hasta ahora. Esa consulta habría posicionado al ganador que probablemente hubiera sido Fajardo desde hace dos meses como uno de los favoritos.
D.B: Usted y Petro comparten entre otras cosas, haber militado en el M-19 ¿Por qué se distanciaron?
A.N: No nos distanciamos, yo sigo siendo amigo de Gustavo Petro, lo que pasa es que me parece mejor opción Fajardo.
D.B: ¿Se volvería a lanzar al Senado?
A.N: Yo no sé. Ahora voy a ser candidato a la Alcaldía de Bogotá, espero ser elegido alcalde y ya después veremos, pero eso sería dentro de muchos años.
D.B: ¿Por qué quiere ser alcalde de Bogotá? ¿Por qué se quiere meter en eso?
A.N: En ese chicharrón. Primero, porque el cargo que más satisfacciones dio en mi vida fue ser alcalde de Pasto. El alcalde es el funcionario del Gobierno y del Estado que está más cerca de la población y puede resolver problemas de manera más directa.
Segundo, porque lo que aprendí en la alcaldía de Pasto y en la gobernación de Nariño, que ha sido muy importante para mi región y mi mejor carta de referencia es lo que dicen los habitantes del departamento, sobre todo en mi ciudad lo quiero aplicar en Bogotá. Si se hace en Pasto tiene importancia regional, pero si se hace en Bogotá tiene importancia nacional. Sé que soy capaz de hacer cosas innovadoras desde la alcaldía de Bogotá.