A escasos días de la votación por el nuevo alcalde o alcaldesa de la capital, Diego Hincapié acompañó a Miguel Uribe Turbay, exsecretario de Gobierno Distrital de Peñalosa, y candidato por la Alcaldía de Bogotá, en un día de campaña por las calles.
FOTO: Miguel Uribe Turbay. Tomada de Twitter @MiguelUribeTurbay
Los animales que habitan en esta jungla de cemento son más comunes de lo que parece; micos, cocodrilos, ratas, cerdos y hasta loros pueden cohabitar en nuestra hermosa capital. No obstante, sabemos de las referencias que existen dentro de la política. A Miguel Uribe Turbay lo conocemos por ser un delfín y por su clara postura de derecha. Aunque trae en sus genes el amor por la política, prefiere no hablar de su procedencia genealógica. No quiere que lo perjudique, ni que le aporte nada. Pero es difícil escapar de los lazos que como regalo de nacimiento le fueron dados.
En la Plaza de Corabastos, junto a los concejales por Colombia Justa Libres, Marco Fidel Suárez y Fidel Rojas, y la candidata a edil por Kennedy, Maryory Olaya, estaba el candidato de derecha, que continuará con las políticas de Peñalosa, el gran delfín, Miguel Uribe Turbay. Con una camisa blanca, jean claro y la chaqueta del partido que ese día lo apoyaba, quería parecer despreocupado y más cercano a nosotros, la plebe. La mayoría de las personas que se hacían a su lado le llegaban máximo hasta el hombro. Todas las cámaras apuntaban a él. Ingresó en dos o tres pescaderías para estrechar la mano de quienes lo saludaban desde lejos. Sin embargo, el gesto más noble y que percibieron hasta los más escépticos fue cuando Uribe Turbay ayudó a un anciano que se le había caído su bolsa, y que no había querido saludarle.
Después de ese flash de esperanza en un candidato, siguió la avanzada; la reunión en un salón comunal en la localidad de Kennedy. Se trataba de una presentación con preguntas que parecían anteriormente ensayadas, a Uribe Turbay. Sus respuestas lo dejaron mejor frente a un público que ya tiene una elección anticipada para su voto en la alcaldía.
El candidato amable frente a la gente no parece tan amable cuando se le tocan temas como la reserva Van der Hammer, los migrantes venezolanos y los vendedores informales. Aunque prefiera evitarlos, respondió entre líneas que sí planea generar una política de cero vendedores informales así como registrar a los venezolanos que hay en el momento.
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No es fácil creer que las propuestas más centradas y lógicas entre los candidatos actuales estén con un candidato que lo manchan los apoyos con los que cuenta. Aunque Uribe Turbay está con un partido ‘independiente’, como lo es Avancemos, es evidente que el respaldo de todos los partidos de la derecha le cobrarán de alguna forma las pancartas puestas en la ciudad como regalo y que la gran parte de la comunidad cristiana que lo apoya no dejará que los miles de votos feligreses por él, sean gratis.
Haber nacido en la cuna política de Uribe Turbay genera los apoyos que genera. A pesar de su interés por parecer un joven preparado para la política, los lazos creados por su apellido generan eco dentro de los partidos que han mantenido el poder durante años. Confiemos en que el candidato sepa manejar el apoyo tan gratuito y genuino que parecen darle la derecha. Aunque es bastante difícil lidiar entre micos y cocodrilos, esperemos que nuestro delfín pueda volverse un tarzán en esta jungla.