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Camilo Arenales - carenales@javeriana.edu.co //

“Es muy triste saber que él está muerto y no saber en qué situación lo mataron”: María Eugenia Sánch


Hace 16 años su hijo, Carlos Eduardo Muñoz Sánchez, fue asesinado en Acacías Meta.

María Eugenia Sánchez, víctima del conflicto armado // Fotografía tomada por: Camilo arenales

María Eugenia Sánchez fue una de las más de 30 víctimas que participaron el pasado sábado 5 de Mayo, en una actividad realizada por el colectivo Orlando Fals Borda en Villavicencio. María Sánchez madre de Carlos Eduardo Muñoz Sánchez, un presunto falso positivo, dijo sobre la desaparición de su hijo: “A él se lo llevaron un 26 de febrero del 2002, y el 3 de marzo años después apareció muerto”.

Ella comenta que encontró a su hijo dos años después de su desaparición: “a los dos años me dijeron que si yo quería saber de él, que fuera a medicina legal en Granada, y allá lo encontré como un NN (…) yo no he podido rendirle sepultura a mi hijo, porque no me lo han querido entregar, y no me han dado respuesta para nada”.

Actualmente, Eugenia Sánchez busca poder rendirle sepultura a su hijo, quien en su dolor dice respecto a la muerte del mismo: “Es muy triste saber que él está muerto y no saber en qué situación lo mataron, por qué lo mataron, por qué se lo llevaron con tantas mentiras (…) a día de hoy aún me encuentro muy triste y afligida .”

Su hijo, Carlos Eduardo Muñoz, fue asesinado cuando apenas tenía 17 años, Eugenia lo recuerda como un hijo juicioso y trabajador: “Mi hijo era muy juicioso, era un trigueñito, flaco de dentadura hermosa, muy juicioso, inclusive a sus 17 años ya podía pagar un arriendo de una pieza, así le tocaba por la situación económica (…) a él le gustaba vender limones, salía y vendía 50 o 40 limones diarios en su cicla, madrugaba a las seis de la mañana a venderlos (…) no tomaba, no fumaba, no le gustaban las groserías y eso que yo soy muy grosera, era un hijo muy juicioso”.

Sánchez, quien sufre una discapacidad que la mantiene en silla de ruedas, busca que la Fiscalía le entregue el cuerpo de su hijo, a quien asegura haber reconocido hace tres años: “Hablé con la fiscalía diciéndoles dónde se encontraba mi hijo hace tres años, pero de momento no me han dado razón (…) nosotras las madres de las víctimas les exigimos al gobierno que por favor nos entreguen a nuestros hijos, como en este caso que yo ya les dije en dónde está.”

Ella extraña a su hijo y lo recuerda con nostalgia: “Fue muy duro para mí, mi hijo hasta los 17 años aún dormía conmigo, yo aún no supero eso, a pesar de que en estas reuniones recibimos buenas terapias y tratamiento psicológicamente, pero por más de eso es un dolor que no se compara con nada (…) yo recuerdo su sonrisa, era muy cariñoso, muy hogareño, él era malgenioso, como mamá reconozco que no era perfecto, pero era mi hijo”.

Al igual que este testimonio de Eugenia, había más de 30 en aquella reunión de víctimas en el Hotel Aracataca, donde la mayoría de invitados que asistió a este evento tenía historias de familiares desaparecidos, familiares tomados por la guerrilla, familiares tomados por los paramilitares, familiares asesinados por el ejército, la pérdida de su tierra y el desplazamiento del que fueron víctimas, todos ellos reunidos allí para tener un espacio donde pudieran hablar, recordar con otras personas que han sufrido el conflicto a sus familiares, a sus seres queridos, para poder así tener un poco de paz, para poder pedir justicia.

Fotografía tomada por: Camilo Arenales.

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