Periodistas de Villavicencio y otros municipios son conscientes de las heridas que dejó la guerra en su profesión, pero se muestran optimistas tras el acuerdo de paz.
Diarios // Fotografía de: Pablo Bedoya
Durante su historia el departamento del Meta sufrió los flagelos de la guerra en Colombia, entre ellos el asesinato de periodistas. Directo Bogotá llegó hasta allí para tratar de recuperar testimonios de memoria sobre aquellos que perdieron su vida por la labor periodística.
A pesar de que Villavicencio como capital no fue afectada de manera directa los horrores del conflicto armado, cuenta con habitantes víctimas de la guerra. Entre estos se encuentran los periodistas que sufrieron amenazas, hasta atentados contra su vida, por cumplir con su trabajo de informar.
Alcides Antonio Jáuregui es una eminencia del periodismo en la región Orinoquía con una carrera de más de 60 años de experiencia. Actualmente es el director de 'Notillano' y asegura que aunque “lo peor de la guerra en el Meta ya pasó”, quedan muchas secuelas de los duros años donde no se podía hablar libremente. “Aquí los periodistas nos volvimos pusilánimes, acallados por el temor que ejercían las Farc y los paras (…) el temor crecía y, con él, crecía la autocensura en los periodistas metenses”.
Jaúregui asegura que durante el conflicto sufrió de primera mano este flagelo: “En mi caso duré varios meses amenazado por grupos armados. No fue por discrepar de sus acciones, sino por malas interpretaciones en mi labor como periodista y líder de Asociación de periodistas del Meta”.
Debido a sus experiencias y su corriente política, él apoya el acuerdo de paz y, desde su posición de director de 'Notillano', cree que es fundamental informar “de manera menos pesada para que no aumente la violencia”.
Por su parte, Edgar Alfonso Aroca, director y creador de 'Noticias de Villavicencio', destacó la importancia de no olvidar los casos de censura que vivieron los periodistas durante la guerra y señaló que actualmente se están recopilando para un programa de memoria. “Este departamento es muy grande, mueve mucha plata en petróleo y es la salida del narcotráfico, debido a esto hay muchos intereses”, señaló aclarando que son estos intereses los que pusieron en peligro la vida de muchos periodistas de la región.
Izq. a der: Alcides Jáuregui y Édgar Aroca // Fotografías tomadas por: Pablo Bedoya
Aroca, quien actualmente es el presidente de la Asociación de Periodistas del Meta (Asopemet), se refirió a aquellos que perdieron su vida por su profesión. “Acá había guerrilla, por un lado, por otro lado, paramilitares y ejército. Había que autocensurarse”.
En el Centro de Memoria Histórica (CMH) se muestran los nombres de los periodistas asesinados Arsenio Hoyos y Juan Daniel Chaparro. “Hay más nombres que no son tenidos en cuenta. Por esto desarrollo un programa de memoria sobre estos colegas asesinados”, señaló Aroca.
Y es que según Asopemet, en total son cuatro los periodistas metenses que no han sido tenidos en cuenta por el Centro: Alfonso Meneses (asesinado en 1988), los hermanos Néstor (1994) y Orlando Villar Jiménez (1998) y Rubén Martínez (2007). Aroca ha realizado actividades publicas recordando el nombre de estos periodistas, “todavía hay impunidad en sus casos, pero no hay olvido”.
Al igual que Alcides Jáuregui, el líder del gremio de la prensa en este departamento cree que la situación ha mejorado, pero aclara que las presiones contra los periodistas todavía están presentes, ejercidas por grupos económicos y estatales.