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Erika González - erika_gonzalez // Periodismo de

“Como cocantes, creemos en los acuerdos porque es lo único que tenemos; no tenemos más”


Wilder Mora ha sido cultivador de coca toda su vida, ha sido testigo del conflicto armado colombiano y se caracteriza por su liderazgo. Actualmente es coordinador en Norte de Santander de la Coordinadora Nacional de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana- Coccam y presidente de Coccam en Tibú. También es miembro de la junta de acción Comunal de la Asociación Campesina del Catatumbo, Ascamcat.

Foto Erika González

DB: Catatumbo ha sido parte del conflicto armado colombiano durante décadas. ¿Cuáles fueron los primeros grupos armados que llegaron a la región? ¿Aún se encuentran presentes?

Wilder Mora: Antes quienes tenían dominio en la región eran las FARC y el ELN. Luego, con el proceso de paz las Farc salió y ahora hay un ‘de todito’ y con más grupos armados. Hay bandas, paramilitares, Eln, Epl, disidencias de las FARC y guerrilleros que volvieron a las armas. Entre ellos mismos hay competencia y conflicto, como es el caso del ELN con el EPL quienes han dejado centenares de muertos y que hasta el día no tienen una cifra exacta. Está peor. Todos los días suenan bombas y tiros. El compromiso del gobierno de proteger el territorio, no se ve.

DB: Catatumbo hace parte de los acuerdos de paz, y está incluida en los PDET Y PNIS (Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial y Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos ilícitos) ¿Los puntos de estos programas se han implementado en el municipio?

WM: No. Hoy no vemos las garantías del acuerdo; al contrario, hemos recibido las puntadas del mismo gobierno, como decimos nosotros ‘nos han puesto la lápida en el pecho’. No hemos tenido ninguna ayuda ni garantías en la región. Cada vez hay más militares que lo único que hacen es agudizar el problema y no solucionar nada. Han llegado personas a hacer reuniones sobre los PDET Y PNIS, pero siempre a dar la misma carreta.

Cuando uno no tiene nada que ofrecer termina hablando de uno mismo, y eso es lo que ha hecho el gobierno, no tienen esa disponibilidad ni voluntad política para lograr la implementación en estos territorios. Terminan en un círculo hablando de lo mismo, incluso poniéndonos en riesgo a los voceros porque nosotros les llevamos el mensaje a las comunidades y luego los actores armados nos tildan de mentirosos, poniendo en riesgo nuestras vidas.

DB: ¿Qué postura tiene el campesinado cocalero sobre al acuerdo de paz y en especial, sobre la sustitución de cultivos ilícitos?

Nosotros como cocantes creemos en la implementación de los acuerdos porque es lo único que tenemos. No tenemos más, no tenemos otro acuerdo, ni en la constitución nos reconocen como campesinos. Hoy tenemos fe en la implementación de ese acuerdo tal y como está. Tenemos que seguir construyendo sobre lo que ya está construido, pero si va a llegar el nuevo gobierno a hacer cambios, será un fracaso y volveremos al mismo círculo. Los PDET tienen que ir muy articulados con los PNIS, pero si quienes pueden articular los programas; no lo hacen, todo será un fracaso. Por otro lado, hay una fuerte estigmatización hacia los que somos cultivadores de coca, pola y marihuana, pero no se habla del porqué lo cultivamos.

El cultivo de coca lo vemos como la economía de la región porque es más viable que cultivar otros alimentos, transportarlos, y recibir mucho menos de lo que se invirtió. Mientras tanto con la coca, la cultivamos, hacemos la trasformación de la pasta base y hasta ahí llegamos. Se la vendemos a quién tenga la plata. Ellos llegan a nuestros territorios. La erradicación forzada, el glifosato y la cárcel, no es la solución. Sin embargo, nosotros estamos dispuestos a que inviertan en nuestro territorio y en hacer la transformación del cultivo. De hecho, estamos promoviendo un foro donde queremos sustituir, le dijimos al gobierno nacional que viniera porque queríamos sustituir si había una inversión en nuestro territorio, pero la respuesta del mismo presidente fue un No, a cambio sólo mandó más militares.

DB: ¿Cómo ha sido la relación de los habitantes del Catatumbo con el gobierno del presidente Iván Duque? ¿Ha ido el presidente o algún representante por parte del gobierno? ¿Qué expectativas tienen con el actual gobierno?

WM: El Catatumbo retrocedió con la ganada de Duque. Tenemos claro que con este gobierno va a ser más complicada la región. A los dos días de haber sido posesionado como presidente, Duque estuvo en el municipio de Tibú (Santander) uno de los municipios más complejos por el conflicto; pero no tocó ninguno tema prioritario, sino solo hablo de la Palma y el Carbón, como si estuviera en un municipio cualquiera de Bogotá. Por otro lado, el ministro de defensa dice que se hará erradicación, fumigación y capturas, las que de hecho ya se están dando.

Por ejemplo, recientemente capturaron a 7 campesinos en la región de Catatumbo porque los encontraron recolectando hojas de coca. Ahí está la respuesta, nos van a llevar a la cárcel. Los cultivos ilícitos sí se han aumentado, pero es por la erradicación forzada, no se entiende que nosotros vivimos de eso. La economía de la coca se ha convertido en nuestros ministerios, porque el único que ha llegado es el de defensa, para un mal, y no tenemos de salud, educación, infraestructura.

DB: ¿Cómo sería un balance actual del municipio? ¿Después de la firma de los acuerdos de paz ha tenido mejorías; ¿o, al contrario, ha tenido mayores dificultades?

WM: Nosotros hoy miramos el Catatumbo y creemos que en vez de mejorar va a empeorar, podría ser como en un 2002 o un 1999 como la masacre de Gabarra. En el Catatumbo todos los meses están ocurriendo masacres. Después de la firma de los acuerdos de paz, el problema se agudizó mucho más, en especial para los que somos líderes de la región porque no tenemos ninguna garantía de nuestros derechos humanos. Por ejemplo, nos han tildado hasta de narcotraficantes como lo ha hecho un concejal de Cúcuta, sólo por tocar temas sobre la trasformación del cultivo de coca. Hoy hay centenares de desplazados en la región de Catatumbo por toda la problemática que hay, se están muriendo los niños de picadura de culebra, de cólico, y más enfermedades, porque no resisten el viaje de uno o dos días para llegar al médico.

El ejército está bombardeando en las noches, los actores armados se enfrentan durante el día. Eso es muy complejo. Como organización social nosotros tenemos refugios humanitarios y hace unos meses hicimos 29 refugios humanitarios donde había más de 6000 personas refugiadas. En los refugios se evita que las personas se desplacen a la ciudad, pero hay falta de garantías para esos refugios, por la estigmatización del mismo gobierno y de los actores armados. Hoy las familias están llegando como desplazadas a los cascos urbanos de los municipios cercanos.

Dirección editorial: Bibiana Mercado

Cátedra Análisis de Conflicto

Coordinación editorial: María Camila Pérez Godoy

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