Juanita Goebertus es actualmente Representante a la Cámara por Bogotá en el Partido Verde. Durante el proceso de paz desarrollado en La Habana, fue parte de la mesa de negociaciones como abogada de la oficina del Alto Comisionado para la Paz, también coordinadora de Justicia transicional.
FOTO: Cortesía Juanita Goebertus
Directo Bogotá: Juanita, después de 2 años de la firma del acuerdo de paz, ¿qué ha pasado con la presencia estatal en aquellas poblaciones que fueron vulneradas por el conflicto?
Juanita Goebertus: A nivel nacional estamos en los índices más bajos de asesinatos en la historia de Colombia, dejando a un lado lo que sucede con los líderes sociales. El reto real no es el silenciamiento de los fusiles, pero a nivel de desarrollo rural hay un avance, de hecho, es inmenso. Sin embargo, las comunidades saben que es un proceso a 15 años, el problema real es que no hay claridad sobre qué va pasar con la renovación territorial y la visión concreta de este gobierno. La gente está en pánico, no hay obras concretas, hay mucha inestabilidad.
DB: Retomando lo que decía de los líderes sociales, ¿en La Habana preveían el aumento de asesinatos a este tipo de personas?
JG: Uno de los temas que siempre se dijo en La Habana es que en la mesa no se iba a discutir el punto del sector seguridad, tenían razón en ese momento, pero eso no significaba no hacer la reforma en el sector seguridad. Nos debimos haber preguntado, ¿cuál va a ser la reforma estructural para el posconflicto? Porque no es la misma para la guerra. Hoy no tenemos una unión entre fuerza pública y policía judicial para desmantelar a esas bandas que están matando a líderes.
Hace unos meses se evidenció un hecho histórico para el país. En las elecciones presidenciales no hubo ni una alteración pública por culpa del conflicto. ¿Este fue el suceso más importante en estos 2 años de posconflicto?
El reconocimiento de la disminución del impacto de la violencia es inmenso, sin embargo, siempre hay que ser cuidadosos. Existen riesgos de resurgimiento de las violencias, que hayan más de 1500 personas en la disidencia es un factor de riesgo en seguridad nacional. Pero uno no puede llamarse a engaños, la diferencia en de haber logrado un acuerdo de paz con las FARC es del cielo a la tierra en términos de seguridad Nacional.
DB: Usted que estuvo presente en La Habana, ¿cuáles son esos puntos pendientes para el desarrollo adecuado del Acuerdo de Paz?
JG: Desarrollo Rural es todo un capítulo, existe un gran avance importante en la fase participativa de los PDTs hay una demanda inmensa y una expectativa inmensa que no se ha traducido en la realidad. En el punto 2 está pendiente la reforma política, ahora avanza en su tercer debate en comisión primera de cámara, tenemos el tema de lista cerrada, pero en realidad todo lo otro que estaba en el informe de la misión especial electoral está pendiente. En estas cosas hay que ir paso a paso, pero sí tenemos muchas cosas pendientes, por ejemplo, las curules para víctimas.
DB: Día a día ve el ambiente que se vive en el Congreso de la República, ¿cómo siente el apoyo para la realización efectiva de los puntos del Acuerdo de paz?, ¿ayudan o son piedra de tropiezo?
JG: El congreso es un reflejo de la división y polarización del país el cual demuestra el poder de todas las fuerzas políticas. En mi opinión, hasta el momento el Congreso ha logrado dar pasos muy importantes. Logró incluir en el presupuesto general de la nación el Plan Plurianual de Inversiones para la Paz. Ahora estamos en discusión con lo que quiere el Centro Democrático de armar unas salas paralelas para los militares, muchos queremos hundir este proyecto. Pero por lo menos hoy hay un texto mejor que lo que pretendía el Centro Democrático. El Congreso tiene una gran mayoría que apoya todo lo establecido en el Acuerdo de Paz.
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