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  • Valentina Sarria -

‘El fútbol me ha dado todo lo que he querido’


El exfutbolista y comentarista deportivo colombiano, Iván René Valenciano, habló sobre su carrera como profesional y recordó los momentos más retadores de su vida personal.

Foto: Valentina Sarria. El exjugador marcó un total de 13 goles en 29 partidos para la Selección Colombia entre el año 1991 y 2000.

Iván René Valenciano, más conocido por sus amigos como ‘El Bombardero’, ‘Iván el terrible’ o ‘El Cachetón’, es considerado uno de los mayores goleadores de la historia del fútbol colombiano, tras una trayectoria de más de 20 años como profesional. El exdelantero encontró en el fútbol una de sus mayores pasiones, pues desde pequeño vio este deporte como una oportunidad de cumplir un sueño, y a pesar de pasar por altibajos, agradece lo que ha aprendido durante su carrera. “No cambiaría absolutamente nada, el fútbol me ha dado todo lo que he querido en cuanto a lo que ha sido mi trayectoria, lo que ha sido la vida” dice Valenciano, quien también afirma que volvería a cometer los mismos errores, ya que de estos aprendió grandes cosas.

Tras su inicio como jugador en 1988, Valenciano hizo parte de clubes como el Junior de Barranquilla, Deportivo Unicosta, Atlético Bucaramanga, Deportivo Independiente Medellín, Deportivo Cali, Millonarios, Unión Magdalena, Deportes Quindío y Alianza Petrolera, al igual que de la Selección Colombia, llegando hasta el mundial de 1994 en Estados Unidos, y otros clubes internacionales como el Atalanta de Bérgamo y el Club Tiburones Rojos de Veracruz. Hoy en día, es comentarista en el canal Fox Sports para Colombia, dejando atrás sus problemas del pasado y sintiéndose orgulloso de lo que ha logrado, tanto a nivel profesional, como a nivel personal. El panelista habló con Directo Bogotá sobre su experiencia en el fútbol y lo que ha aprendido de este.

Directo Bogotá: ¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol?

Iván René Valenciano: Antes, cuando era niño, jugaba ‘bolaetrapo’, que se llama en Barranquilla ‘la cascarita’, en la calle, cuatro contra cuatro, ahí comencé a jugar y a conocer mis habilidades. Después fui a un equipo en el que me pagaban con pollos, pollo frito, el dueño del equipo en el que comencé a jugar era el dueño del restaurante El Bambuco, ahí fue que comencé también a engordarme, pero a partir de eso comencé a ver el fútbol como una pasión. Esos fueron mis inicios.

Ya en el 88 fue que comencé a nivel profesional; Selección Atlántico primero, después Selección Colombia y pues ahí despegué también con el Junior de Barranquilla. Mi papá negoció mi primer contrato con este equipo, me acuerdo que le dijo al presidente que nos pagara la mitad primero, de entrada, y la otra mitad si llegaba a meter 30 goles en la temporada. Eso terminó pasando, metí los 30 goles, aunque quedamos fuera de los finales.

DB: ¿Cómo era el apoyo de su familia en cuanto al fútbol?

IRV: Recuerdo que me gané una “limpia”, como decimos en Barranquilla, de mi mamá, porque a ella no le gustaba que yo jugara fútbol. Yo arranqué jugando a escondidas de ella, cuando se dio cuenta fue que me gané el problema. En la primaria, el profesor de educación física me dijo que yo jugaba bien, y que por qué no me metía a la Selección del colegio. Yo le dije que no, pues porque mi mamá no me dejaba mucho y que si se daba cuenta me podía regañar. Pero jugué a escondidas.

Un día llegué a mi casa con un raspón, en la rodilla, y le dije a mi mamá que me había caído en el recreo, y no pasó nada. Al siguiente día, habíamos ganado un campeonato con el equipo, y llega mi mamá con el periódico ‘El Heraldo’ deportivo, me muestra una foto en la que aparecía yo en primera plana con la noticia de que habíamos quedado campeones, y me señalaban como el máximo goleador del equipo. Fue un regaño duro, pero creo que después de eso el apoyo fue grande.

DB: ¿Cómo se sintió siendo jugador del Junior de Barranquilla y de la Selección Colombia?

IRV: Creo que fue una experiencia muy linda. Con el Junior, llegar a ser goleador máximo del equipo en seis ocasiones seguidas, eso me ayudó a seguir con mi sueño de ser futbolista profesional. Me trajo muchas ganancias, el botín de oro en varias oportunidades, y muchas otras que sin duda me han acompañado durante mi carrera.

La Selección, un sueño, fue mi más grande logro como jugador, creo que, al igual que en el Junior, aprendí bastantes cosas y pude vivir experiencias que me llevaron hasta la cima. El hacer parte de un mundial como lo fue el de Estados Unidos en el 94, representar a un país, es algo que no se puede describir con palabras. Muy agradecido con la vida por esa oportunidad que tuve, que recuerdo y aprecio mucho.

DB: Hizo parte de clubes internacionales…

IRV: Estuve en Italia con el Atalanta de Bérgamo, fue de los primeros equipos en los que estuve de Europa, fue una experiencia rara, también en México, con el Club Tiburones Rojos de Veracruz. Arranqué, y cuando me compraron yo estaba emocionado, ilusionado, pero ya cuando llegué a jugar, no era lo que yo esperaba, lo que yo quería. Fue dura esa experiencia en ese tiempo en Europa. Por eso fue que decidí devolverme otra vez para mi casa, para Colombia.

DB: De sus 217 goles, ¿cuál es el que mejor recuerda?

IRV: Yo creo que no es el que recuerde mejor. De los 217 goles, todos me llevaron a tener un estatus como goleador. Definir un gol, diría que es como decir que solamente se quiere a un hijo; eso no es verdad, yo tengo 5 hijos y a todos los quiero por igual. Pero si hay que definir un gol, yo diría que fue el que le marqué a Argentina en eliminatorias para el mundial de Estados Unidos en el 94, seguramente lo tendré presente en mi memoria para siempre.

DB: ¿Cambiaría algo de su carrera dentro del fútbol?

IRV: No cambiaría absolutamente nada, el fútbol me ha dado todo lo que he querido en cuanto a lo que ha sido mi trayectoria, lo que ha sido la vida. Si volviera a nacer, volvería a jugar fútbol, cometería los mismos errores, porque sin estos, no hubiera aprendido lo que es la vida. Hoy para mi el fútbol forma parte importante de un crecimiento de vida, más allá de haberlo jugado, creo que aprendí de todo, como jugador y como ser humano.

DB: ¿Cuál ha sido el momento más retador para usted?

IRV: Momentos retadores he tenido muchos, desde el punto de vista profesional, mi lesión de ligamento cruzado, cuando me los rompí en México, esa recuperación fue dura. Fue donde más me preocupé, estaba en la incertidumbre de si iba a volver a jugar otra vez, creo que desde ahí ya no tuve el mismo rendimiento. En cuanto a momentos retadores como persona, mis problemas con el alcohol, eso me destruyó totalmente, fue una etapa muy dura.

DB: ¿Cómo fue su experiencia con el alcohol?

IRV: Yo bebía casi todos los días, tomaba solo y me sentía solo, terminaba totalmente borracho, sin amigos. Yo, mi familia, mis hijos, mis papás, todos sufrimos en ese momento. Me destruyó, pasé de ganar por ahí 100 millones de pesos al mes, a no tener ni un solo peso. Esa etapa fue retadora para mí, hasta que decidí cambiar y logré recuperar mi vida, mi felicidad. Un día que mi mamá me pidió dinero para comprar pan y leche, en ese momento en el que yo no tenía nada, eso me rompió el alma, fue como un ‘click’ y desde ahí decidí cambiar mi vida.

DB: ¿Cómo manejó las críticas por parte de los colombianos?

IRV: Nunca tuve el preocuparme por lo que decían de mí. Tal vez lo que me incomodaba era el comentario de la gente que se me acercaba, me decían que estaban hablando de mí, que estaba gordo, que era alcohólico, mujeriego, vicioso, todo eso fue lo que más decían. Lo difícil es escuchar el comentario de tus conocidos, más que las críticas por parte de hinchas o de personas que tal vez no conozco.

Hoy en día, siendo panelista en Fox Sports Colombia, ¿cómo se siente?

Me siento bien, agradecido por todo lo que he aprendido, por la oportunidad de estar nuevamente en los primeros planos, y por el cambio de actitud que he tenido. Creo que he reflexionado aquí, cuando era jugador no tenía muchas de las capacidades que he adquirido como panelista. La disciplina, el orden, apreciar las oportunidades que llegan, todo eso no lo hacía antes y pagué caro las consecuencias, pero de eso aprendí y ahora lo cuido mucho. Muy orgulloso de lo que hago, de lo que veo en mí como persona y agradecido totalmente por eso.

DB: ¿Qué piensa del fútbol colombiano actualmente?

IRV: A mí me gusta el fútbol en sí, no solamente de nuestra Selección, sino el fútbol colombiano en general, por lo que va generando. Tal vez no tenemos esas grandes figuras a las que estábamos acostumbrados en los años 80, 90, tal vez porque los jugadores terminan yéndose a otros clubes afuera, eso es lo complicado. Lo que sí tiene el fútbol de acá son grandes oportunidades, ojalá podamos tener el crecimiento económico de los equipos para poder sostener un poco más a esas futuras figuras. Igual me sigue gustando, es una liga competitiva que se ha ido transformando y variando en muchas cosas.

DB: ¿Qué consejo le da a los jugadores de hoy en día?

IRV: Disciplina, este es el único consejo que les puedo dar. Es la parte fundamental, esencial del fútbol, para jugarlo y para tomarlo como carrera profesional. Evitar las malas compañías, los malos caminos, siempre muy concentrados y mucha voluntad propia.

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