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[Revista impresa] “El reto de la ciencia ficción es imaginar un futuro posible”: Rodrigo Bastidas


Por: Camila Vergara Tovar // Revista impresa


Rodrigo Bastidas, una de las personas que mejor conocen la ciencia ficción colombiana y latinoamericana, habló con Directo Bogotá acerca de este género literario, de la relación entre las pandemias y las distopías, y de los retos que tiene la ciencia ficción en torno al momento que estamos viviendo.

Foto: cortesía de Rodrigo Bastidas.

Sentado al otro lado de la pantalla y con su biblioteca de fondo, Rodrigo Bastidas dice que su primer contacto con la ciencia ficción fue en la niñez, cuando se enfermó precisamente de un virus: el del sarampión. Ahora él es uno de los investigadores más reconocidos de la ciencia ficción en Colombia.


Su recorrido no es poco: es magíster en estudios literarios de la Universidad Nacional de Colombia, doctorado en literatura de la Universidad de Los Andes y está cursando una maestría en literatura latinoamericana en la Universidad de Buenos Aires.


Además, ha sido docente de literatura en las universidades Nacional, Pedagógica y del Rosario. Se ha dedicado a estudiar la ciencia ficción colombiana y latinoamericana de las últimas décadas y es editor de Ediciones Vestigo.


Además, es el compilador de dos antologías de ciencia ficción colombiana: Relojes que no marcan la misma hora, que recoge cuentos de autores colombianos que piensan un futuro diferente, crean y critican utopías y exponen posibles respuestas a los problemas sociales, y Cronómetros para el fin de los tiempos, que se divide en dos partes, la primera recoge cuentos sobre robots, naves espaciales, androides e inteligencia artificial, y la segunda trata sobre la comprensión del mundo, el uso de la tecnología y la relación entre la filosofía, el arte y la psicología con la ciencia ficción.

 
 

Bastidas dice que cada generación piensa en su propio apocalipsis y que cada una cree que el mundo se acaba en algún momento. Y algo de eso puede ser lo que ahora está pasando con la pandemia y con medidas como el distanciamiento social, ya que la coyuntura por la que atraviesa el mundo ha dado pie para que se reflexione sobre lo que propuso la ciencia ficción y sus mundos distópicos, un tema que Rodrigo Bastidas conoce a fondo y sobre el que habla en esta entrevista.

Directo Bogotá [DB]: ¿En qué momento de su vida se interesó por la ciencia ficción?


Rodrigo Bastidas [RB]: La razón personal fue cuando, siendo muy pequeño, me enfermé de sarampión. En esa época no había Internet, no había muchos canales de televisión y decidí leer los libros que un amigo tenía de la editorial española Orbis, de ciencia ficción. Ahí me encarretaron las historias de aliens, ovnis, armas y viajes por el espacio. Ese fue un primer acercamiento con la aventura y con todas las cosas icónicas que tiene la ciencia ficción.


[DB]: ¿Para usted qué es la ciencia ficción?


[RB]: Es como un espejo deformado: cuando nos reflejamos en un espejo vemos lo que vemos todos los días, pero cuando nos reflejamos en un espejo cóncavo o convexo nuestra imagen se altera y le prestamos atención a cosas que nosotros normalmente no vemos.


Eso es lo que hace la ciencia ficción: al deformar la realidad, hace que nos fijemos en cosas a las que normalmente no les ponemos atención. Cuando me di cuenta de eso, fue un viaje de ida sin retorno. Ahí dije: “Esto es lo mío”.


[DB]: ¿Qué buscan las distopías en este género?


[RB]: Las distopías clásicas — que son, por ejemplo, Un mundo feliz, de Aldous Huxley; 1984, de George Orwell; Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, o Metrópolis, de Thea von Harbou— responden a un sistema político totalitario en el contexto posterior a la Segunda Guerra Mundial versus un sujeto que busca encontrar su valor individual en medio de una masa y frente a un Estado que no se lo permite hacer. Aunque cada distopía tenga su propia historia, manejan esa estructura general.


Foto: cortesía de Rodrigo Bastidas.

[DB]: ¿Cómo ve la ciencia ficción latinoamericana?


[RB]: Tiene un lenguaje, una propuesta y una estructura propias. Los procesos de la modernidad en América Latina son totalmente diferentes a los procesos en Estados Unidos o en Europa; son de hibridez cultural: una mezcla de creencias, economía de mercado y deseos posmodernos.


Además, América Latina no ha sido un gran lugar de desarrollo científico, de ciencias duras, pero sí ha sido un espacio inmenso de desarrollo de ciencias humanas y políticas. La ciencia ficción aquí ha sido humanista. Eso le da un toque especial que a mí me encanta.


[DB]: A la hora de escribir, ¿qué temas le gustan?


[RB]: Una de las temáticas que más me interesan tiene que ver con la memoria. Una de las cosas que tiene la historia, reconstruida a través de esta, es poder crear narrativas posibles y cómo esas narrativas están creando el mundo de lo real. Creo que la realidad que vemos no es la conformación de algo material, sino una configuración de discursos, narrativas y diálogos que uno tiene con el mundo.


También me interesa ver cómo en los países latinoamericanos hay una adaptación de las tecnologías y cómo esta lleva a una transformación en la manera en la que nos relacionamos con lo tecnológico y con la creación de discursos.


[DB]: ¿La ciencia ficción predice lo que viene en el futuro?


[RB]: La ciencia ficción siempre se está inspirando del presente, pero su idea es hacer una proyección hacia el futuro. Por eso no extraño que lo que está pasando con la pandemia, el virus y el aislamiento haga que la gente diga: “Esto ya estaba en un libro de ciencia ficción”, como si fuera una bola de cristal hecha para adivinar el futuro, y no.


Lo que hace la ciencia ficción es proyectar cuáles son los deseos del presente y cómo esos deseos pueden crear mundos posibles. Lo importante es cómo desde este presente que estamos viviendo podríamos llegar a imaginar un futuro posible. ¿Cuál es ese futuro posible? Eso me parece mucho más interesante.


Foto: cortesía de Rodrigo Bastidas.

[DB]: ¿Qué puede proponer la ciencia ficción con respecto a la pandemia actual?


[RB]: Lo que debemos hacer es reevaluar la idea de futuro. El reto que tiene la ciencia ficción es poder imaginar un futuro posible y preguntarse cómo se construye un futuro a partir de las cosas que estamos viviendo ahora, como la pandemia, y cómo pensar en la posibilidad de un futuro armado por nosotros.


El lector, y sobre todo el escritor de ciencia ficción, debe tener sus intereses en el futuro. Obviamente, un futuro inspirado desde lo que está ocurriendo ahora, desde los sistemas económicos y las formas de relaciones sociales. Es desde ahí desde donde nosotros podemos crear.


[DB]: ¿Cómo es la relación de la pandemia con las distopías?


[RB]: Cada generación tiene su propio apocalipsis; para cada una el mundo se acaba en algún momento. Creo que este es el apocalipsis de esta generación, por lo que creo que es clave pensar el futuro, el pasado y la sociedad.


Si queremos imaginarnos un mundo utópico o distópico, todo es a partir de lo que vamos a hacer con este momento coyuntural y, sobre todo, mundial.

Se dice que la pandemia corroboró el triunfo de la vigilancia tecnológica, por otra parte, se ve este momento como la oportunidad para la reevaluación del sistema capitalista y también se habla de un apocalipsis ecológico.


Cualquiera de estas opciones habría que pensarla para tratar de conformar un mundo que se acerque un poco más a un deseo de una humanidad desde lo comunitario, que a una distopía totalitaria estatal. Más que el momento actual sea una distopía, es un momento que posibilita la existencia de una transformación.

 

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