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Juan Pablo Correa // juan_correa@javeriana.edu.co

Terceros en la construcción de paz y el esclarecimiento de la verdad


El conflicto armado en Colombia ha sido narrado desde una perspectiva dual que ha dividido a los actores entre buenos y malos, protagonizado por los miembros de las Farc y los miembros de la fuerza pública sin tener en cuenta la responsabilidad de otros actores como los terceros.

FOTO: Tomada de Gettyimages.

Según la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), los ‘terceros’ son agentes del Estado que no han sido parte de la fuerza pública, y civiles que han sido procesados o han cometido delitos relacionados con el conflicto armado. Es decir, aquellos que, sin ser parte de ninguno de los bandos, contribuyeron a la intensificación y prolongación del conflicto.

Por un lado, el papel de los terceros en la construcción de paz y de memoria histórica es de suma importancia; al comparecer ante la JEP se comprometen con aportar información y datos que pueden complementar temas de verdad y de responsabilidad de otros actores del conflicto. Según Hernando Salazar, subdirector de la JEP, esto permitiría aumentar el panorama dual (miembros de las Farc y miembros de la fuerza pública) a uno completo, de 360 grados, sobre los hechos ocurridos. Lo cual es de carácter fundamental para el esclarecimiento de la verdad y la reparación de las víctimas.

Teniendo en cuenta lo anterior, los terceros podrían aportar acerca de realidades desconocidas de lo ocurrido durante el conflicto armado colombiano y, así, contribuir a la reparación de millones de víctimas que están exigiendo verdad.

Por otro lado, es clave recordar que el Acuerdo de paz estableció que toda persona responsable de crímenes cometidos por causa, con ocasión o en relación directa o indirecta con el conflicto armado no internacional, debía presentarse ante el Sistema de forma obligatoria, y este deber incluía a los terceros. Sin embargo, la Corte Constitucional, con La Ley 1820 de 201694 y el Acto Legislativo 01 de 2017, acabó con su obligatoriedad y desde entonces, los terceros pueden comparecer ante la JEP de manera necesariamente voluntaria.

 
 

Aunque esta comparecencia debería ser obligatoria, hay algunos terceros que han tocado las puertas de la JEP, no solo buscando beneficios jurídicos sino comprometiéndose a aportar con la verdad y la responsabilidad. Según Hernando Salazar, uno de los casos que ejemplifica esto es el del excongresista y líder político del Atlántico, David Char Navas.

Para entender un poco este caso, es clave mencionar que David Char fue procesado por la Corte Suprema de Justicia por los delitos de: concierto para delinquir agravado, su presunta relación con grupos paramilitares, y por fabricación, porte y tráfico de armas de fuego con uso atribuido a las Fuerzas Militares. Además, por presuntamente haber forjado una alianza con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), con el fin de asegurar su elección al Congreso de la República.

Luego de un largo proceso que inició en el 2018, donde solicitaba someterse voluntariamente ante la JEP, el caso de Char fue aceptado por la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas el 30 de abril de 2019. Es el primer agente de Estado distinto a la fuerza pública (tercero) en ser aceptado por la JEP.

La Sección de Apelación de la JEP concluyó que los actos presuntamente cometidos por Char Navas sí se podían entender cometidos por causa con ocasión indirecta en el conflicto armado ya que favorecieron y apoyaron los intereses políticos, ideológicos y económicos de las AUC, contribuyendo al esfuerzo de la guerra.

Para haber sido aceptado, el compareciente tuvo que comprometerse con la creación de un programa de contribución con la verdad, la reparación, y las garantías de no repetición con el fin de iniciar un acto dialógico de reconstrucción de los hechos cometidos. En este programa se encuentra la identificación de otros miembros del Congreso que apoyaron y promovieron el paramilitarismo entre el 2002 y 2010, y de quienes no se tenga conocimiento en la justicia ordinaria. También se comprometió a contribuir con la verdad acerca de su participación y la de otros empresarios y agentes del Estado que financiaron y promovieron el proyecto de las AUC.

En cuanto a la contribución con la reparación, se comprometió con financiar un programa de apoyo de víctimas con dotación, compra de terrenos, construcción de un centro educativo, entre otros; a pedir perdón a las víctimas por los actos cometidos; y como contribución a las garantías de no repetición, se comprometió a no postularse a cargos públicos.

Es evidente el papel sumamente importante que cumplen los terceros en la construcción de paz y reparación del daño causado por el conflicto armado. Las declaraciones de estos actores que contribuyeron a intensificar el conflicto, permite que haya una versión completa de los hechos y así poder hacer un esclarecimiento pleno de la verdad para superar el conflicto y reparar y dignificar a las víctimas.

 

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